domingo, 22 de marzo de 2015

La huella de Félix 35 años después.

Félix Samuel Rodríguez de la Fuente (Nacido en: Poza de la SalBurgos, el 14 de marzo de 1928 –Fallecido en ShaktoolikAlaskaEstados Unidos, el 14 de marzo de 1980) fxue un famoso naturalista y divulgador ambienta-lista español, pionero en España en la defensa de la naturaleza, y realizador de documentales para radio y televisión, destacando entre ellos la exitosa e influyente serie El hombre y la Tierra (1974-1980). Licenciado en medicina por la Universidad de Valladolid y autodidacta en biología, fue un personaje polifacético de gran carisma cuya influencia ha perdurado a pesar del paso de los años. Su saber abarcó campos como lacetrería y la etología, destacando en el estudio y convivencia con lobos. Casado con Marcelle Geneviève Parmentier Lepied tuvo 3 hijos María de las Mercedes (1967), Leticia (1969) y Odile (1973).
Rodríguez de la Fuente ejerció además como expedicionario, guía de safaris fotográficos en África, conferenciante y escritor. Contribuyó en gran medida a la concienciación ecológica de España en una época en la que el país todavía no contaba con un movimiento de defensa de la naturaleza. Su repercusión no fue sólo a nivel nacional sino también internacional y se calcula que sus series de televisión, emitidas en numerosos países y plenamente vigentes hoy en día, han sido vistas por varios cientos de millones de personas. Murió en Alaska, Estados Unidos, junto con dos colaboradores y el piloto al accidentarse la aeronave que los transportaba mientras realizaban una filmación aérea para uno de sus documentales.
Aquí os dejo algunos vídeos de grandes personajes hablando sobre la figura de Félix con motivo del 30 aniversario de su fallecimiento.

Filosofía y propuestas

La filosofía de Félix Rodríguez de la Fuente parte de una visión de la vida según la cual los seres vivos, mediante la evolución, se perfeccionan, embellecen y adaptan. Pero no incluye necesariamente al ser humano moderno, pues Félix cree que el hombre ideal y feliz es el de la cultura de los cazadores superiores del Magdaleniense -paleolítico superior, de hace 15.000 años, que pintaron la cueva de Altamira– dotado ecológica, artística, biológica e incluso comunitaria y culturalmente, en armonía con la naturaleza que le da todo y de la que es parte. Según sus palabras, "la entrada del neolítico es la del abuso y la del sojuzgamiento, y en ella seguimos, inadaptados". Su prédica, constante, propone no regresar a un pasado paleolítico imposible, pero sí de incorporar a la actualidad sus elementos perdidos "positivos", que fueron los que nos dieron forma y que por tanto en el fondo de nuestra especie, anhelamos.
Inspirado en autores como Teilhard de Chardin y Remi Chauvin, llegó a concebir un mundo futuro donde el hombre vivirá en armonía con la naturaleza y consigo mismo tras alcanzar la capacidad de una comunicación instantánea y universal en la que la palabra actuaría como una feromona capaz de transmitir el conocimiento y, por ser un conocimiento empático, una suerte de argamasa cultural que permita superar las deficiencias actuales. La creación de un pensamiento colectivo, el aumento del tiempo libre y la promulgación de espacios naturales protegidos eran en su opinión una esperanza de la humanidad para superar los retos ambientales e incluso sociales a los que nos enfrentamos.
Su filosofía podría resumirse en un humanismo vitalista que produzca individuos sanos a ser posible destacados que mejoren la sociedad por capacitación constante. Parte de esta mejora es el recuerdo y reivindicación de la Naturaleza tal como fue. Para Félix el ser humano no es una especie más, sino una síntesis de la naturaleza, con todo lo peor y todo lo mejor de ella, creada "con la nieblas del amanecer, con el aullido del lobo, el rugido del león", en una estrecha y "compleja trama palpitante" muy interdependiente y frágil. Félix cree que la compartimentación moderna es enemiga del necesario cooperativismo y aboga por la vida en comunidades de menos de 5.000 habitantes.
Contra la dispersión por egoísmos, Félix propuso el orden y el cumplimiento de las leyes. En su prédica se siente solidario con el mundo en que vive y pide a todos el compromiso, siendo un profundo rompedor de tópicos. Pero muchos mitos no comprobados que propone que rechacemos no son los del pensamiento animista, "mítico" o "infantil", sino los impulsados artificialmente por los intereses creados por nuestra sociedad mercadotécnica biocida y separada de la naturaleza y del empirismo. Profundo amante de la ciencia, de la investigación, de los progresos culturales y del conocimiento, cree que la unión de las ciencias nos hará regresar a la base de los postulados del pensamiento animista: una tierra viviente sentida, comprendida y vivida como comunidad por el hombre, el Hombre y la Tierra (título de su mejor programa televisivo).
En este contexto cabría entender su pasión por la cetrería. Para él, este tipo de caza, al ejercerse con animales (halcones, azores y águilas) "sacados de la propia evolución natural", no suponía un engaño, artificio o suprema ventaja con respecto a la naturaleza, que tendría la por él denunciada caza con escopeta, "logro éste del "neolítico" y por tanto de la esclavitud del hombre o de la domesticación del animal ("El halcón falla muchas veces el lance y las presas escapan", Félix, el amigo de los animales).

Y por ultimo para que podáis informaros libremente os dejo unos links que tratan sobre Félix.




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