La mañana del día 23-10-14 estuve con unos amigos en un centro comercial, seguidamente salimos a una de las terrazas que habían y mientras estábamos hablando una señora mayor, de unos 65-70 años, que esperaba sentada en un banco el tranvía, se levanto y tuvo un su-bidón de azúcar que la hizo caer al suelo, en muy malas condiciones. La señora se dio un duro golpe en el labio, hasta el punto que se le rompió un diente de la dentadura postiza, y casualmente yo y uno de mis amigos, que ya ejerce como Auxiliar de Enfermería, pudimos ayudar a la pobre señora en una rápida actuación: tras levantar-la con sumo cuidado entre varias personas y sentarla en el banco mi amigo se dedico
a tranquilizarla y a preguntar sobre el motivo de su desfallecimiento y yo fui a comprar una botella de agua y unos pañuelos para que pudiera limpiarse.
Tras volver y reorientar a la señora decidí ir a una farmacia que había cerca, ya que la señora que anteriormente nos dijo que su hijo viva cerca conocía a la gente del barrio y se negaba de forma extraña a que llamaros una ambulancia, insistía en quedarse ahí, sola y eran las dos del medio día, el sol apretaba y molestaba y en su estado no podíamos dejarla, así que avise a una de las farmacéuticas la cual se encargo junto a nosotros de convencerla que al menos fuera a la farmacia para poder ser mejor atendida y no quedarse sola.
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